Probablemente te has topado con anuncios, en Facebook o Google, que te prometen miles de clics. Y sí, consigues clics… pero tu cartera sigue vacía. Y no es que los anuncios estén mal. De hecho, son una maravilla para conseguir ventas si los usas bien. El problema es que solo te enfocaste en la primera parte. No pensaste en el segundo paso, el más importante: ¿Qué pasa cuando la gente da clic?

En el mundo digital, el que no se actualiza se queda atrás. Esto mismo me recordó la historia de un cliente que me contrató para una campaña en Facebook. Su anuncio generaba clics, pero no conseguía ventas. Él pensaba que el problema era el anuncio. La realidad era otra: su sitio web estaba tan mal hecho que la gente se iba. No había botones claros ni una estructura para vender, era un completo desastre. Me frustró no poder ayudarlo porque quiso cancelar el servicio antes de que pudiéramos arreglar su sitio, pero esa experiencia me sirvió para entender algo: no puedes vender si no tienes un embudo de ventas bien hecho

Para vender tienes que verte. Tu sitio web es el verdadero vendedor. El anuncio solo lleva gente. La web los convence. Si tu página es lenta, confusa, o se ve como si la hicieras en cinco minutos… estás perdiendo clientes. Nadie va a comprar ahí, por más bueno que sea tu producto. ¿Por qué? Porque la gente no se va a quedar 30 segundos esperando a que cargue. Porque si no entienden lo que vendes, se van con la competencia.
No se trata solo de conseguir clics sino de vender más. Si tu meta no es aumentar tus ventas, quizá no soy la persona que buscas. El verdadero juego no es solo conseguir clientes, sino tener una máquina digital que convierta clics en ventas. Eso es lo que te hará ganar dinero mientras duermes.
Si estás listo para ser un ganador y quieres anuncios publicitarios que sí venden:
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